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¿Qué están haciendo los tambos de punta de Perú para mejorar indicadores productivos y reproductivos?

El experto Eial Izak realizó una consultoría para una empresa de salud animal, que consistió en visitas a tambos en Arequipa, Trujillo y Lima y presentaciones para productores y profesionales. Qué han detectado los sistemas de monitoreo en fertilidad, estrés calórico y salud animal.

En 2024, la producción peruana de leche fresca alcanzó las 2.208.481 toneladas, correspondiente a 929.000 vacas en ordeño. La ganadería lechera se realiza en las 24 regiones y en las 3 regiones naturales de costa, sierra y selva. Las 5 principales cuencas productoras de leche son Cajamarca (17.9%), Lima (16.1%), Arequipa (15.3%), La Libertad (7.9%) y Puno (6.2%).

El trabajo de Eial Izak realizado entre el 6 al 10 de octubre de 2025 y en parte concretó de la mano del médico veterinario Jorge Del Campo, gerente técnico de Ganadería de MSD Perú, se enfocó en evaluar los sistemas de monitoreo en fertilidad, estrés calórico y salud animal.

Entre otros enclaves productivos, visitó Establo Pampa Baja, el tambo más grande de la República de Perú, con 3.950 vacas en ordeño que producen 180 mil litros/día y está ubicado en Majes, en la región de Arequipa, que es el principal distrito lechero del país, donde se producen alrededor de 500.000 litros de leche al día

El meduloso trabajo del experto que realizó para MSD Perú y las principales conclusiones, tras la tarea de campo se reproducen a continuación:

Asociación entre las características del celo temprano postparto y el éxito reproductivo en vacas con collares de monitoreo.

El tiempo de recuperación de la función ovárica después del parto, es crítico para la subsecuente eficiencia reproductiva. Las vacas con retraso en la ovulación, reducen el porcentaje de preñez (Santos et al., 2009; Vieira-Neto et al., 2014).

Evidencias recientes sugieren que la clasificación de las vacas según su función reproductiva en el postparto temprano, permite la implementación de estrategias específicas de manejo reproductivo, diseñadas para mejorar el rendimiento en grupos de vacas con baja fertilidad, superando deficiencias fisiológicas específicas (Bisinotto et al., 2013) o para reducir la dependencia de tratamientos hormonales en vacas que se espera que logren la preñez de manera oportuna sin necesidad de protocolos de inseminación artificial a tiempo fijo (Rial et al., 2022; Gonzalez et al., 2023; Rial y Giordano, 2024).

Los dispositivos de monitoreo automatizado diseñados para la detección del celo, son una alternativa valiosa para la clasificación de las vacas según las características estrales tempranas postparto (EPEC), sin necesidad de manipulación adicional del animal. Por ejemplo, las vacas en celo detectadas a los 40 días del parto, basándose en cambios en la actividad física y la rumia mediante collares de monitoreo, presentaron una mayor probabilidad de preñez en comparación con sus contrapartes en anestro (Borchardt et al., 2021). Chebel et al., de la Universidad de Florida, EE.UU., publicaron este año un trabajo donde evaluaron las asociaciones entre las EPEC (ocurrencia de celo, número de celos, días en leche en el celo, duración, nadir de rumia, pico de actividad, índice de celo) y la fertilidad.

Además, se evaluaron las asociaciones entre factores de riesgo individuales (problemas en el parto, enfermedades postparto, producción de leche) y ambientales (ITH pre y postparto) y las EPEC durante los primeros 41 días en leche (DEL). Se utilizaron datos de 4.578 vacas, correspondientes a 3 tambos, entre ellos el tambo mencionado anteriormente y Establo Láctea de Trujillo, que cuenta con 1.300 vacas en ordeño, que producen 45.000 litros diarios (en ese lugar Eial Izak fue guiado por el ingeniero zootecnista Fernando Escobedo, encargado de Establo Lactea).

Los eventos de celo detectados entre los 8 a 41 DEL, fueron caracterizados basados en actividad física y patrones de rumia, utilizando collares de monitoreo (SenseHub, MSD Salud Animal). Las siguientes características fueron registradas para cada alerta de celo: duración (ej. intervalo desde el momento que el cambio de actividad se modifica por un incremento por encima del 30%, hasta que disminuye por debajo del mismo umbral), nadir de rumia (ej. punto más bajo de cambio en la rumia durante el celo), pico de actividad (ej. punto más alto de cambio de actividad durante el celo) e índice de celo (medición asociada con la intensidad del comportamiento del celo, basado en los cambios de actividad y rumia utilizando un algoritmo propiedad de MSD).

Eial Izak (izq.) junto al médico veterinario Jorge Del Campo, gerente técnico de ganadería de MSD Perú

Las vacas se clasificaron en terciles (T1, T2, T3) de máxima duración (T1 = 2-10 hs, T2 = 12-14 hs, T3 = 16-28 hs), pico de actividad (T1 = 29-86 unidades arbitrarias [AU], T2 = 87-99 AU, T3 = 100 AU) y mínimo nadir de rumia (T1 = -100 a -33 AU, T2 = -32 a -19 AU, T3 = -18 a 43 AU). El índice de celo se agrupó en 2 clases correspondientes a vacas por debajo y encima de la media (debajo = 36-89 AU, encima = 92-100 AU).

Se recolectó la rumia diaria (min/d) y la actividad (AU/d), desde -10 a 41 d relativos al parto. Los parámetros reproductivos evaluados incluyeron preñez a los 77 ± 14 d después del primer servicio, clase de fertilidad (alta fertilidad = preñada al primer servicio; baja fertilidad = vacía después de 3 servicios) y probabilidad de preñez hasta 250 DEL. Las vacas con al menos un evento de celo dentro de los 41 DEL y con alta fertilidad, tuvieron un 20% y 26% mayor probabilidad de preñez al primer servicio, respectivamente. Un bajo nadir de rumia, estuvo asociado con un incremento en la probabilidad de preñez al primer servicio, en las vacas de alta fertilidad.

Similarmente, las vacas en el tercil más bajo de nadir de rumia, tuvieron la mayor probabilidad de preñez a los 250 DEL. El promedio de días abiertos (intervalo parto-concepción) fue de 72, 105, 138 y 224 días para las vacas clasificadas como alta fertilidad, preñadas al segundo servicio, preñadas al tercer servicio y baja fertilidad, respectivamente. Ver Figura 1.

El 42,3% de las vacas clasificadas como baja fertilidad, permanecieron vacías a los 250 DEL. Las vacas en el top 25% de percentil de fertilidad tuvieron una diferencia de 23 días abiertos, comparadas con el 25% más bajo (104 d vs. 127 d) y del 5,3% en el porcentaje de vacas vacías a los 250 DEL (23,3% vs. 28,6%). Este estudio demuestra que las EPEC, son indicadores valiosos del potencial reproductivo en vacas lecheras. La integración de datos sanitarios, genéticos y ambientales con las EPEC mejora la predicción de la fertilidad, brindando oportunidades para optimizar el manejo y la eficiencia reproductiva en los rodeos lecheros. Los resultados de los algoritmos, demuestran el potencial de las EPEC para predecir el rendimiento reproductivo a largo plazo, de las vacas Holstein en lactancia. Específicamente, un mayor índice de celo y un menor nadir ruminal dentro de los 41 DEL, predijeron mejores resultados de fertilidad. Además, las EPEC se vieron influenciadas por factores biológicos y ambientales, como la parición, el sexo de la cría, las enfermedades uterinas y no uterinas, el valor genético estimado genómico para la tasa de preñez de las hijas (gDPR) y los días de exposición a ITH ≥68. Por ejemplo, las vacas que parieron hembras, las vacas libres de enfermedades uterinas y las vaquillonas presentaron una expresión estral más intensa, como lo indican las duraciones más largas, los picos de actividad más altos y un mayor índice de celo. Es importante destacar que las enfermedades uterinas afectaron negativamente tanto la expresión del estro temprano como el rendimiento reproductivo, lo que subraya el papel crucial de la salud uterina postparto.

Figura 1. Probabilidad de supervivencia de vacas preñadas al primer servicio (alta fertilidad, línea azul), preñadas al segundo servicio (línea amarilla), preñadas al tercer servicio (línea verde) y vacas no preñadas al primer, segundo y tercer servicio (baja fertilidad, línea roja).

Survival probability (%): probabilidad de supervivencia (%). Day relative to parturition: día relativo al parto.

Monitoreo en relación a la salud postparto durante estrés calórico

Un efectivo manejo de la salud durante el período de transición, depende de la detección precoz de enfermedades, lo cual puede lograse a través de los dispositivos de monitoreo automatizado. Szalai et al., publicaron este año un trabajo donde analizaron el tiempo de rumia y la actividad en vacas durante el periparto, bajo estrés calórico. Las vacas clínicamente sanas fueron evaluadas a través de collares de monitoreo (SenseHub, MSD Salud Animal), entre los 5 días preparto hasta los 14 días postparto. Una vaca fue considerada sana, si no estaba afectada por cualquier trastorno de salud postparto hasta el final del estudio. Una vaca fue considerada enferma, si había sido diagnosticada con mastitis, metritis, afección podal o cetosis.

El índice de Temperatura y Humedad (ITH) permaneció encima de 68 durante todo el estudio, alcanzando picos de 80. El tiempo de rumia disminuyó en el preparto, alcanzando su nivel más bajo el día antes del parto en las vacas sanas y a los 2 DEL en las vacas enfermas. Ver Figura 2.

La actividad se incrementó en el preparto y se normalizó a los 4 DEL en las vacas sanas, mientras que en las vacas enfermas hubo una alta actividad a los 4 DEL, estabilizándose a los 5-7 DEL. El promedio del tiempo de rumia diario estuvo significativamente influenciado por el número de días alrededor del parto, la presencia de problemas postparto y el ITH. El estrés calórico durante el periparto afecta significativamente la salud de las vacas lecheras, al alterar el tiempo de rumia y la actividad. El estudio confirmó que las vacas que desarrollaron enfermedades postparto, ya presentaban un tiempo de rumia reducido en la fase preparto. La actividad aumentó antes del parto, pero se mantuvo elevada durante más tiempo en las vacas enfermas, probablemente debido al disconfort y la ansiedad. Estos hallazgos resaltan el potencial de estos indicadores y la importancia de los collares de monitoreo, para predecir enfermedades.

Figura 2. Tiempo de rumia en vacas sanas y enfermas.

Mean daily rumination time (h): Tiempo medio diario de rumia (h). Heath status postpartum: estado de salud postparto. Healthy: sana. Diseased: enferma. Days in relation to calving: días en relación al parto.

*: Los asteriscos indican los días donde hubo diferencias significativas entre grupos de vacas sanas y enfermas. Estos períodos también están marcados con un fondo gris.

Conclusiones

Se debe resaltar el valor de integrar las EPEC (características estrales tempranas postparto); especialmente la ocurrencia, la intensidad y el momento del estro, como indicadores biológicamente significativos del éxito reproductivo.

El monitoreo de las EPEC, facilita la identificación temprana de vacas con riesgo de fertilidad subóptima y apoya un manejo reproductivo específico que mejore la eficiencia reproductiva del rodeo. Además, los collares de monitoreo pueden detectar signos tempranos de problemas de salud, permitiendo intervenir con mayor rapidez. Debido a ello, se reduce el riesgo de enfermedades y mejora la producción de leche, logrando una producción lechera sustentable.

Dr. Eial Izak – Consultor en Mastitis y Calidad de Leche – Email: eizak@fibertel.com.ar
Nota: en la foto de portada Eial Izak se encuentra junto al médico veterinario Manuel Vásquez de MSD y el ingeniero zootecnista Fernando Escobedo de Establo Láctea (Trujillo).

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