Entre el 20 al 24 de octubre de 2025, el doctor Eial Izak realizó una consultoría para la empresa MSD Cenca (Centroamérica y El Caribe) en El Salvador y Guatemala. La misma consistió en visitas a tambos y presentaciones para productores y profesionales.
El doctor Izak estuvo asesorando en Finca San Ramón, en la zona de Sonsonate en El Salvador, donde 750 vacas se ordeñan en un sistema línea baja 2×25. Allí tomó contacto con el ingeniero agrónomo Ezequiel de Jesús Alvarez, encargado de Calidad de Leche.
En el marco de su recorrido por ese país, Izak tomó contacto con Lácteos La Salud, la industria láctea más importante de El Salvador, ubicada en Sonsonate, donde trabajó junto al médico veterinario Carlos Amaya, jefe de sanidad de esa compañía.
Posteriormente se reunió en La Cámara de Productores de Leche de Guatemala con Luis Pedro Asturias, gerente de la entidad.

Así mismo junto al médico veterinario Percy Jackson, gerente técnico de Ganadería MSD CENCA para Centroamérica y El Caribe realizó otra actividad en la Finca San Ramón Las Nubes, en la zona de San José Pinula, municipio del Departamento de Guatemala, ubicado a 22 kilómetros de la ciudad de Guatemala, en el marco de una jornada a campo, donde realizó una presentación referida a calidad de leche y monitoreo.
La gira del experto, resumida en un texto de su propia autoría dio cuenta del impacto de sistemas de monitoreo en la crianza y recría en lecherías progresistas de Centroamérica es el siguiente:
En 2023 se produjeron 341.2 millones de litros de leche en El Salvador, y se espera un incremento del 30% en la producción para 2025. A 2022, El Salvador cuenta con 360.291 vacas lecheras. El 60% de los lácteos que se consumen en El Salvador son de producción nacional, mientras que el 40% restante es importado de Nicaragua (47,3%), Costa Rica (15,7%), EE.UU. y Honduras. En 2023 se produjeron en Guatemala 533 millones de litros, con un crecimiento del 6,8% en el primer bimestre de 2025. Guatemala cuenta con 990.000 vacas lecheras. Describiré los temas presentados de Sistemas de Monitoreo de salud de la crianza y recría.
Monitoreo de salud en la crianza y recría
Las enfermedades prevalentes en la crianza y recría son las diarreas y neumonías. Es de suma importancia la detección precoz y tratamiento inmediato, para evitar pérdidas por mortandad o descarte. Los sistemas de monitoreo en la crianza y recría, permiten detectar precozmente y con mayor precisión a las terneras sospechosas de estar enfermas. El monitoreo con SenseHub Dairy Youngstock (MSD Salud Animal), genera las siguientes ventajas:
-Ahorro de tiempo dedicado a detectar terneras que necesitan atención, pasando de revisar el 100 % de las terneras en el sistema tradicional de evaluación visual a revisar solo aquellas con alerta de salud.
-Detección temprana, ya que colocando los sensores el día del nacimiento, las alertas de salud empiezan a aparecer a las 27 horas, lo que permite detectar problemas de salud tempranos, en una fase crítica para garantizar la supervivencia de la ternera.
-Detección precoz, especialmente en el caso de los problemas respiratorios en la fase lactante, en comparación con la observación visual y síntomas clínicos.
Comparación entre sistemas de monitoreo vs. observación visual.
Tejero et al. (2024), evaluaron el uso del monitoreo con SenseHub Dairy Youngstock (SHY) vs. un sistema intensivo de Procedimientos Operativos Estandarizados (SOP) de salud y crecimiento en la crianza y recría. Las terneras se dividieron en 2 grupos: SHY y SOP (control). El SOP fue realizado por un veterinario, donde cada ternera era chequeada 2 veces al día. Después del desleche, se tomaba la temperatura rectal semanalmente. En el grupo SHY la caravana de monitoreo fue colocada en la oreja al nacimiento, proveyendo un índice de salud (HI) cada hora. El veterinario realiza un chequeo 2 veces por día (AM y PM) y sólo aquellas terneras con un HI <86, se revisan. En ambos grupos, en las terneras chequeadas se realizaba una ecografía pulmonar previo al desleche; tratando a aquellas con un puntaje superior a 3. La siguiente información se registró en ambos grupos:
*Salud: morbilidad, edad de inicio, tratamiento y mortalidad.
*Crecimiento: peso corporal al desleche y a los 8 meses de edad.
*Tiempo laboral para chequear y examinar a las terneras.
Los primeros resultados descriptivos del estudio muestran que a pesar de que el tambo invierte mucho tiempo en el diagnóstico precoz, la morbilidad global debida a las enfermedades más prevalentes (diarrea y neumonía) fue globalmente similar en ambos grupos. Sin embargo, se observaron diferencias en el primer diagnóstico de neumonía, más temprano en las terneras del grupo SHY. Por otro lado, aunque un porcentaje significativamente mayor de terneras fue tratado predesleche por neumonía en el grupo SHY (20,7 vs. 9,8%, respectivamente), la ecografía pulmonar al desleche mostró una mejor salud pulmonar en el grupo SHY, con una presencia significativamente menor de lesiones leves y graves (P<0,001). Ver Figura 1.
En el grupo control, se necesitó más tiempo y experiencia para identificar a las terneras enfermas; dado que en el grupo SHY, el examen clínico se centró únicamente en las terneras previamente identificadas como de riesgo por las alertas sanitarias (8 terneras revisadas en promedio, 31 como máximo y 1 como mínimo, cada día en el grupo SHY). Ver Figura 2. El tiempo requerido por día fue de 2,73 hs. para el grupo control vs. 0,40 hs. para el grupo SHY.
Por otro lado, las pérdidas durante la recría fueron más del doble en el grupo control (2,7%) que en el grupo SHY (1%). La principal causa de este aumento fue la eliminación de animales por bajo crecimiento (1,2% a los 195 días de edad en promedio). Ver Figura 3.
Figura 1. Tratamientos por neumonía predesleche y resultados de ecografía pulmonar al desleche.
Ultrasound at weaning DX % by score: Ecografía al desleche % por puntaje.
Figura 2. Tiempo dedicado a la detección y chequeo de terneras enfermas.
Control: check 100% of calves: control: chequea el 100% de las terneras.
SHY: check only calves if HI <86. Chequea sólo las terneras si el HI <86.
Figura 3. Porcentaje de pérdidas durante la crianza y recría.
Monitoreo de la rumia como soporte en la transición de lactante a prerumiante.
Partida et al., publicaron este año un trabajo donde analizaron el comportamiento de rumia, registrado por el sistema de monitoreo SHY. Se realizó el estudio en 249 terneras. Bajo las condiciones de manejo y alimentación del tambo en estudio, el tiempo de rumia medio semanal (TRMS) fue: 263±2,24 min/d de 5-10 semanas y 371±2,37 min/d de 11-20 semanas; siendo este incremento significativo (P <0,0001). El TRMS se categorizó en dos grupos: >200 min/d y <200 min/d encontrando diferencias significativas en la ganancia de peso media diaria (GMD) (P<0,0001): 0,947 kg/d si era > 200 min/d y 0,864 kg/d si era <200 min/d. El umbral de >200 min/d, no fue alcanzado por un 18% de las terneras. Paralelamente, se decidió retrasar el desleche de las terneras que presentaban TRMS <200 min/d entre los 48-62 días de vida, dejándolas 3 semanas más en el alimentador automático tomando leche, para valorar si incrementando el tiempo de lactancia podían compensar su menor GMD. Comparando los datos históricos del tambo de las terneras que han tenido retraso en el pasado, utilizando otras estrategias vs. TRMS <200min/d, se ha conseguido con este sistema aumentar en 98 g/d la GMD de los retrasos (5,4 kg), reduciendo también un 3% los descarte en el postdesleche. El TRMS es una herramienta valiosa en una etapa en la que generalmente, no se dispone de datos sobre el consumo de starter o el desarrollo ruminal. Esta información ayuda a la toma de decisiones, para mejorar la transición de lactante a prerumiante en las terneras y la implementación de programas adaptados a cada tambo.
Conclusiones
El uso de SHY ha demostrado ser una herramienta práctica, tanto para el productor y sus asesores, para un mejor conocimiento y análisis de los periodos de riesgo en la salud de las terneras en sus tambos. La variabilidad en la cantidad y tipología de alertas entre tambos, subraya la importancia de adaptar los programas de prevención y control a las condiciones específicas de cada establecimiento. La identificación temprana de riesgos y la implementación de medidas correctivas pueden ayudarnos a mejorar la salud y el bienestar de las terneras, optimizando la eficiencia y sustentabilidad de los tambos. Los sistemas de monitoreo de la crianza y recría son una novedosa herramienta, que puede ayudar a mejorar el control sanitario y el bienestar de las terneras en los tambos. Permiten una mayor homogeneidad en la detección de animales a revisar, al monitorear de forma constante a las terneras 24 horas al día y 365 días al año. Reduce el tiempo dedicado a la supervisión de la salud, focalizándose en revisar las terneras que lo requieren, mientras que dejamos descansar a las “terneras invisibles”, lo que será beneficioso para su bienestar y los parámetros productivos.
