Acindar y la UOM de Villa Constitución acordaron extender a 2026 el esquema de suspensiones rotativas ante la fuerte caída de la producción siderúrgica, en un contexto provincial y nacional marcado por el cierre de empresas, la pérdida de puestos de trabajo y el impacto del freno a la obra pública.
En un contexto marcado por la caída de la actividad industrial y la persistente crisis del sector siderúrgico, Acindar y la UOM de Villa Constitución alcanzaron un consenso para extender durante 2026 el mecanismo de suspensiones que viene aplicándose en los últimos años y que busca amortiguar el impacto laboral de la fuerte retracción productiva.
El entendimiento quedó plasmado en una minuta firmada por ambas partes, que ahora deberá ser homologada por el Ministerio de Trabajo de la provincia. El esquema prevé una rotación equitativa de suspensiones y un salario proporcional, que irá descendiendo desde el 83% en los primeros meses del año hasta el 75% en el último trimestre.
Acindar, que emplea de forma directa a 2.500 trabajadores, viene funcionando desde 2024 con la mitad de su capacidad productiva, afectada por el derrumbe del mercado interno y, especialmente, por la paralización de la obra pública desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei.
Durante 2024 y 2025, la empresa aplicó un sistema similar, ajustándolo mes a mes según las necesidades de producción. El nuevo acuerdo busca replicar ese modelo en 2026 ante la previsión de un año igual de complejo.
El escalonamiento salarial acordado sería:
- 83% del salario en enero y febrero
- 81% en marzo y abril
- 80% en mayo, junio y julio
- 78% en agosto y septiembre
- 75% en octubre, noviembre y diciembre
Los datos recientes confirman la profundidad de la crisis. El Indec informó que el Índice de Producción Industrial manufacturero cayó 2,9% interanual en octubre, mientras que la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) señaló que el 60% de las ramas industriales provinciales registraba caídas hacia septiembre.
El panorama del acero es aún más alarmante: la producción en Santa Fe cayó 45% interanual, alcanzando niveles que, según Fisfe, son los más bajos en 17 años. La entidad remarcó que la baja demanda interna y el freno total de la obra pública nacional profundizan la crisis siderúrgica.
El deterioro no se limita a la producción. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) reveló que, desde el inicio del actual gobierno, se perdieron más de 19 mil empresas y 276 mil puestos de trabajo en todo el país, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
En Santa Fe, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, desaparecieron más de 2 mil empleadores y se perdieron 15.657 empleos registrados.
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) advirtió que la combinación de dólar barato y apertura importadora acelera la desindustrialización, derivando en cierres de empresas y pérdida de puestos de trabajo.
Para su coordinador, el economista Andrés Asiaín, estas consecuencias no son un efecto colateral, sino un resultado buscado por la política económica nacional, destinada a presionar al empresariado local y endurecer las condiciones de negociación salarial, mientras se promueve una reducción del costo laboral.
