La siderúrgica Acindar anunció una nueva detención de su acería entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre, medida que afectará a la mayor parte de la planta de Villa Constitución. El parate generará suspensiones y los trabajadores lo atribuyen a la caída de ventas, aunque también hay especulaciones respecto a una posible intención de empresarios de ejercer presión al gobierno a través de las elecciones: los trabajadores van a ir a votar con la planta prácticamente apagada.
El complejo industrial de Villa Constitución sumó un nuevo episodio de suspensiones con el anuncio de una nueva paralización en la planta de ArcelorMittal Acindar, que detendrá su Acería entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre. La medida, confirmada por la empresa a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), impactará de lleno en los sectores más productivos de la planta y amenaza con extender la inactividad al resto de las áreas.
Desde el gremio local explicaron que la parada de la Acería donde se elabora el acero líquido que abastece a las demás líneas de producción, afectará directamente al funcionamiento general de la fábrica. “Sin el suministro de acero no se pueden mantener activos los trenes laminadores 1 y 3, ni otras áreas dependientes del flujo de producción”, señalaron fuentes sindicales a El Tigre de Papel. Aunque aún no hay una confirmación oficial sobre la magnitud de la detención, se da por hecho que gran parte de la planta quedará paralizada.
El Tren Laminador 2, además, permanece detenido desde hace semanas y su personal continúa bajo un régimen de suspensión, mientras el sindicato busca alternativas para evitar despidos. A esto se suma la incertidumbre sobre las empresas contratistas, entre ellas Sijam y Abans, que podrían desafectar a 42 trabajadores en total, explicaron desde el mismo portal local.
Un operario consultado por InfoGremiales resumió el clima que se vive dentro de la planta: “Vuelve a estar parada la planta. Paran los sectores más importantes: la acería y los trenes. Suspenden a tres cuartas partes de la planta, más o menos 200 trabajadores. Es casi una semana entera de inactividad, todos los meses hay menos producción. Además, planean adelantar vacaciones para diciembre porque no hay ventas hasta fin de año”.
La situación genera inquietud no sólo entre los trabajadores, sino también en el entramado productivo regional. Tenaris también atraviesa un apagón total desde el 13 hasta el 25 de octubre, con todo su personal suspendido.
El contexto económico y político añade tensión al escenario. Algunos empleados interpretan la medida como parte de una estrategia empresarial pre electoral: “El domingo se vota y algunos sentimos que hay una jugada detrás, quieren forzar una devaluación.”, especuló un trabajador en referencia a las legislativas que se avecinan.
Mientras tanto, la UOM de Villa Constitución continúa negociando para evitar nuevos despidos y garantizar la estabilidad de las familias afectadas.